Si queréis descubrir nuevos rincones del litoral de la Costa Brava, no podéis dejar pasar la oportunidad de conocer esta estupenda playa de aspecto salvaje, con acantilados de hasta 80 m y aguas cristalinas. Además es un lugar ideal para los amantes del “nudismo”, ya que está catalogada como “nudista”.
Pertenece al municipio de Santa Cristina d’ Aro, pero la encontraremos entre las poblaciones de Sant Feliu de Guíxols dirección a Tossa de Mar, por la carretera GI-682 en el KM. 32, siempre bordeando el mar. Y aunque la carretera es sinuosa por su gran número de curvas, las vistas espectaculares del Mediterráneo compensan enormemente.
Una vez alcancemos el punto kilométrico veremos la indicación de la cala, y para seguir descendiendo tendremos que traspasar una propiedad privada donde nos indican la tarifa para poder aparcar el vehículo. Es aconsejable ya que hasta la misma cala hay un largo camino si se realiza a pie.
El paso de una cala a otra no es fácil, aunque para los más aventureros es posible, puesto que hay que sortear algunos puntos rocosos sin protección. Lo más aconsejable es hacerlo por mar, en barco o en kayac.
Debido a su difícil acceso, su ocupación no es muy alta incluso en verano. Tampoco encontraremos servicios, pero si buscamos descubrir nuevos rincones, este cumple con todos los requisitos.